Hacía mucho tiempo que una novillada no dejaba tan grato sabor y tan fuertes emociones como ésta que se realizó en la capital del estado mexicano de Tlaxcala, donde, de no haber sido por las fallas en la suerte suprema se habrían cortado varias orejas y la terna habría salido en hombros.

El rejoneador André Gonçalves cortó la oreja del cuarto, con fuerte petición de una segunda que el juez no concedió. Previamente, con el abre plaza perdió un apéndice al no haber despachado al primer viaje. Lo mismo aconteció con Mirian Cabas que dejó escapar uno y dos trofeos respectivamente, ante sus novillos y Jesús Sosa, uno y otro en su lote. No obstante, a ambos, la afición los premió con aclamadas vueltas al ruedo y ovaciones.

Fue un festejo que hizo que el público saliera toreando del coso, ya que el ganado, en general, se prestó para el lucimiento de los alternantes.

Abrió plaza el rejoneador André, quien, tanto con su primer ejemplar como con el cuarto, desplegó lo mejor de su tauromaquia a caballo y logró dos faenas de gran valía técnica y estética, en especial ante el segundo de su lote que fue premiado con arrastre lento.

El primer novillo de la tarde tuvo nobleza y movilidad, aunque André en la monta de su cuadra tuvo que poner una intensa dosis de emotividad para dar lucimiento tanto en los rejones de castigo como en las banderillas, así como en los ajustados pasajes que logró al conjuntar una armónica faena. Tras la pega de los forcados, no despachó al burel al primer viaje y perdió el apéndice. No obstante, el público valoró el alcance de su labor y lo aclamó en la vuelta al ruedo.

Con expectativas al alza, fue esperado por la gente para la lidia del cuarto, un precioso novillo castaño que salió de toriles con gran tranco y codicia. André lo paró al montar a -Mágico- para luego clavar la primera banderilla por todo lo alto. Luego, utilizó a -América- para torear a milímetros del buen novillo llamado -Muégano- de Zacatepec y realizar dos quiebros que levantaron del asiento a los aficionados. A lomos de -Favorito- lució con las elevadas y dos banderillas. Tras la pega de los forcados, al segundo intento. André apareció en el ruedo montando a -Ribeiro- para colocar dos cortas y dejar un rejonazo que hizo pronto efecto. Únicamente se le concedió una oreja, a pesar de que el público pedía la segunda. André dio vuelta al ruedo con Alejandro Muñóz, uno de los ganaderos que son propietarios de Zacatepec.

Jesús Sosa se llevó el lote con menos posibilidades, a pesar de lo cual, estuvo a la altura y con gran disposición. El segundo toro del encierro fue de Atlanga que tuvo bravura seca. Sosa lució con el capote e inició a torear de rodillas con muletazos por ambos lados y su faena contó con determinación y buen desempeño. El quinto, de Tepetzala, lo brindó a la empresaria Tomasina. Fue dando distancia y tiempo al novillo para con mucha paciencia y ligando cada pase. Ejecutó una labor meritoria que convenció pero que no redondeó al oficiar con el acero.

Cabe destacar en el último novillo, cuando éste le pegó una voltereta a Miriam Cabas,  Jesús se lanzó sobre ella, a cuerpo limpio para protegerla, a riesgo de haber recibido una posible cornada. Esta fue una acción heroica del diestro tlaxcalteca, que afortunadamente, salió ileso del peligroso trance, en un valeroso gesto que le honra como persona.

Precisamente, Miriam dio una tarde en la que demostró la importante dimensión que está alcanzando su toreo. Con apenas unas cuantas novilladas en su haber, logró un gran desempeño ante los novillos de su lote, procedentes de la ganadería Monte Caldera.

El tercero salió de toriles con un notorio acalambramiento en los cuartos traseros por lo que la novillera tuvo la habilidad de hacerlo embestir al capote de un lado a otro del ruedo en una labor muy efectiva para el posterior desarrollo de la lidia. Ya con la muleta, conectó con el público desde los primeros trazos por el pitón derecho, que era el mejor del astado. Por ahí encaminó sus tandas que estuvieron impregnadas de calidad y temple a lo largo de toda la faena. Tenía la oreja ganada pero no estuvo fina con el acero por lo que únicamente dio vuelta al ruedo, entre el cariño del público.

El sexto novillo no le puso fácil la papeleta a Miriam, que echó mano de todos sus recursos para ir ligando con paciencia y cabeza fría cada pase, hasta meter al animal en su muleta. Lo condujo con excelencia con la mano diestra en un par de tandas. Decidió entonces realizar una serie de magníficos y lentos naturales, pero en un parpadeo, su enemigo derrotó y luego le propinó una tremenda voltereta de la que quedó tendida sobre la arena. Cuando el novillo iba sobre ella, Jesús Sosa se lanzó a cubrirla con su cuerpo y en ese instante llegaron la cuadrilla y otros toreros a tocar el viaje del toro hacia otro terreno.

Cabas se levantó y sin dudarlo, sacó la raza y aún con los efectos del golpazo que había sufrido, tomó de nuevo la muleta para ligar varias tandas de trazo largo y con mucha garra, mismos que arrancaron los gritos de ¡torera-torera! en el tendido. La faena fue al alza en cada pase. Terminó por lanzar el ayudado a un lado y realizó los pases con la muleta muy desmayada entre la emoción del público. No redondeó con la espada y fue premiada con una vuelta al ruedo plagada de cariño pues la gente se volcó con ella.

FICHA

SÁBADO 29 DE NOVIEMBRE DE 2025

Tlaxcala, México.- Plaza Jorge -El Ranchero- Aguilar. Novillada extraordinaria. Novillos de Zacatepec (primero y cuarto para rejones) Atlanga (segundo), Tepetzala (quinto) y Monte Caldera (tercero y sexto), variados de presencia y de juego, entre los que destacó el cuarto que recibió arrastre lento. Pesos: 374, 422, 400, 402, 398 y 361 kilos

El rejoneador André:

Vuelta y oreja con fuerte petición de la segunda.

Los Forcados de Tlaxcala:

Vuelta en cada uno.

Jesús Sosa (pistache y oro):

Palmas y vuelta.

Miriam Cabas (verde y oro):

Vuelta en cada uno, con petición de oreja en ambos.

Incidencias: André dio vuelta al ruedo con Alejandro Muñóz, uno de los ganaderos que son propietarios de Zacatepec. El forcado Luis Tenorio recibió una ovación por haber realizado una pega al primer intento. Destacó en un quite el novillero moreliano Vladimir Díaz, mientras que el subalterno Gerardo Angelino lo hizo en banderillas.