La primer novillada de “Triunfadores” anunciada en la plaza México, donde solo uno de ellos, César Ruiz de Aguascalientes, había sido verdaderamente un triunfador en este serial, al haber cortado la primera Oreja de esta temporada y con él, repitieron a dos valientes novilleros, pero que no traían la etiqueta de triunfadores. Habiendo quedado fuera, un par de novilleros que hubieran redondeado este primer cartel, pero algo paso que no se les anuncio en esta tarde, donde se lidio un encierro debutante de la ganadería de Tenopala, que envió seis ejemplares de muy buena presencia, variado en cuanto a sus pintas y de juego igual de variado, destacando sobre todo, la alegría y prontitud en sus embestidas, aún y cuando casi todos adolecieron de fuerzas en las manitas. Pero el resultado final, para los tres espadas, desmereció de lo que supuestamente hubieran logrado, si se hubieran afinado con las espadas que trajeron, pues los tres novilleros fallaron a la hora de la verdad y no llegaron esos triunfos que bien se les habría dado a los tres.

La entrada en estas novilladas a la una de la tarde, sigue siendo muy pobre en ambos tendidos de sol y sombra, sin embargo, creemos que esta modalidad en las novilladas, puede irse mejorando, en cuanto se haga costumbre esta, sobre todo en tiempos de lluvia.

César Ruiz de Aguascalientes, con su terno naranja y oro con detalles de plata y ya muy toreado, por cierto, sigue con ese carisma que le llega pronto al público en sus dos ejemplares, ha estado siempre buscando agradar al público, que le gusta ver la variedad de lances con el capote, su alegría y entrega con las banderillas y de igual forma con la muleta sus pases buenos, templados algunos y aprovechando las embestidas; en este caso, le tocaron dos ejemplares de Tenopala, que le hubieran servido para cortarles por lo menos, una oreja a cada uno, pues además de demostrar su afición, ganas y decidido valor para estar en la cara de sus novillos, sigue llegándoles a los aficionados, gracias a su entrega. En su primer novillo recibió un aviso tras haber pinchado un par de veces y meter estocada desprendida. Con su segundo novillo que brinco al callejón y un par de puertas, tuvo mucha alegría y le pudo sacar buenos lances de rodillas, además de llevarse par de achuchones y continuar entregado en la lidia, pero sin armar faena alguna, falló con la espada dejándola caída y sus partidarios pedían la Oreja, que no se merecía, al no haber armado faena de verdad, César se la creyó y se dio una vuelta al ruedo entre algunas protestas, con lo que estamos de acuerdo que no se diera esa vuelta, ya que en nada le ayuda en su insipiente carrera. Ojos apoderados, hay que decirle a este joven novillero carismático, que los triunfos hay que ganárselos, pero a ley.

Manolo González de Saltillo, Coahuila, salió esta tarde a por todas y así lo demostró en sus dos novillos que tuvieron recorrido y alegría, sobre todo, su primero, donde mostro Manolo que tiene también su dote de valor, alegría y que le sabe llegar al público, con detalles y algunos movimientos que ya los tiene muy hechos, ganándose las palmas del público. Igual que César, mostro y alterno con él en banderillas, siendo ovacionados por sus colocaciones y variedad. Manolo de igual forma, con la muleta mostro esta tarde que sabe correr la mano por ambos costados y que tiene el valor suficiente para aguantar las buenas y las malas embestidas de sus novillos. En su primer novillo ya tenía el triunfo en sus manos, pero llego la espada dejándola mal colocada y con la del descabello, estuvo peor, sin saber donde está esa vena que hace caer fulminado el enemigo, cosa que solo se aprende, asistiendo a los destazaderos y estudiando donde debe de caer el cerviguillo, que les da la muerte. Mal, muy mal.

Casi de la misma forma con su segundo novillo al que le saco buenos lances de rodillas, pases en series de dos y tres, llevándole bien toreado al de Tenopala con el que se pudo lucir y mostrar, además, de que cuando no le embiste su enemigo, él se le queda quieto acortando las distancias y dejando ver qué valor tiene y aunque se llevó par de sustos, lo deja bien parado ante novillos como los de esta tarde con cuajo. Con este novillo, el juez le toco un aviso antes de tirarse a matar, algo que atañe a su apoderado o quien este con él para indicarle el tiempo en que debe de tirarse a matar, nuevos pinchazos y leves palmas al final.

Y el tercer espada, el queretano Andrés García, tiene el lado opuesto a sus alternantes, se ve más serio su toreo, tal vez le haga falta algo de alegría, pero eso ya es cosa personal y Andrés trae consigo, detalles muy toreros, sobre todo manejando el capote en verónicas de buen trazo y que le dejan brillar con el arte que posee este joven novillero. Personalidad la tiene, sabe manejar también la muleta y en esta tarde, aunque en series cortas de dos y tres pases con el remate, ante su primer novillo le saco buenas tandas aun que el novillo que se le quedaba corto, al terminar lo pincho y recibió un aviso. Casi una calca de su primer novillo, el segundo de su lote le ha dado verónicas sedeñas y bien toreadas, pero en la muleta el novillo se vino a menos y casi pegado a tablas le extrajo algunos pases meritorios, mostrando que su valor es serio, y que vale la pena ese comportamiento ante novillos de la catadura de los de esta tarde y la espada, bueno, ni que decir, igual que sus alternantes, falla y en lugar de aplausos se lleva algunos pitos, mismos que no merece, pues ha demostrado que quiere, pero le hace falta estudiar donde y como meter las espadas, para estar entre las filas de los triunfadores. Esta vez, no los hubo, los tres salieron en “Pinchadores”. De los subalternos volvió a destacar el joven banderillero Fernando García que fue ovacionado en el tercio por sendos pares de banderillas.

El juez Enrique Braun volvió a ordenar un arrastre lento a un novillo que no lo merecía y contagiados por algunos aficionados le pidieron al ganadero Carlos Alberto González que saliera al tercio para ovacionarle y el ganadero se dio su vuelta al ruedo. Está bien que los novillos de Tenopala fueron alegres y de gran presencia, pero no como premiar al ganadero con esa vuelta al ruedo. En fin, cada quien su apreciación y gustos. La enhorabuena, si que se la ganó, pero hasta ahí.

Fotos: Alfredo Flórez