Mi abuelo trabajó hasta los 90 años

Izka González - 2/11/2023

Cuando pienso en profesionalismo, entrega y pasión por el trabajo, cierro los ojos y veo a mi papá, así llamaba con cariño a mi abuelito: Don Carlos González Frey.
Hoy a 15 años de su partida, dedico estas palabras y literalmente un mini resumen de una vida dedicada a sus cámaras y a sus fotos, a ser un gran hombre y mi gran ejemplo de humildad, inteligencia y compromiso.
Mi abuelito se quedó huérfano a los 7 años (1920), vivió en la calle un tiempo hasta que, dicho por él, se acercó a un hospicio porque no quería ser un vago.
Aprendió la profesión de zapatero y después la vida y su afición por la fiesta brava lo llevaron al trabajo que lo llenó de satisfacciones y que estoy segura para él, de hecho no era un trabajo, era su vida: la fotografía.
Aprendió a hablar inglés porque quería leer los manuales de sus cámaras (a mediados del siglo XX los mejores equipos se manufacturaban en el extranjero y todo estaba disponible en inglés).
Don "Carlitos" trabajó de tiempo completo como fotógrafo profesional para la misma empresa desde febrero de 1946 hasta marzo de 2003.
Nunca tomó vacaciones, trabajaba en fines de semana y era mentor de nuevos fotógrafos, muy serio en casa y sobre todo al revelar sus fotos en su cuarto obscuro, pero siempre muy risueño detrás de la lente.
Hoy que tanto se habla del #edadismo no entiendo en qué momento la sociedad comenzó a poner fecha de caducidad al talento.
Mi abuelo trabajó hasta los 90 años y yo creo que fue justo la tristeza por ya no poder estar activo lo que apagó su cámara a los 94 años.
Él siempre fue muy modesto y diría yo que a veces hasta regalaba su trabajo, el me decía que cobraba lo justo y yo le ayudaba a hacer sus recibos de nómina en la máquina de escribir Olivetti que conservo con mucho cariño.
De mi abuelo aprendí que los resultados hablan por ti, que la autocrítica constructiva es la clave de crecer y destacar en lo que hagas, que el dinero llegará como consecuencia de tu profesionalismo y que el reconocimiento más importante es el propio.
Por muchos años cuando dejó de trabajar, se preocupaba por su archivo, decía que los negativos se podían quemar y no sabía qué hacer con ellos.
Su acervo tan valioso, que consta de 225,379 negativos en guardas de papel, de metal y sueltos, además de cámaras y otros documentos, hoy está protegido y resguardado en el Área de Acervos Históricos que pertenece a la Biblioteca Xavier Clavijero de la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México.
El reconocimiento externo a su trabajo lo tuvo siempre en vida por parte de sus colegas, amigos, de su familia y ahora, para su tranquilidad, todo su archivo está en las mejores condiciones en perfecto estado de conservación.
Don Carlos González Frey 16 de julio de 1913 - 15 de febrero del 2008.

Publicación de Izka González:
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Nota de uno de los alumnos del maestro Carlos González Frey:
Mucho se podría escribir de ese gran señor que fuera uno de los más grandes fotógrafos que ha tenido la fiesta brava, si no, diría yo el mejor, quien nunca fue lo suficientemente reconocido, aunque si solicitado y admirado, por Toreros, Ganaderos, Empresarios y muchos taurinos que le conocimos y supimos de su gran valía como fotógrafo y aún más como persona.
Siempre fue fiel a su honradez y entrega a su trabajo y a su familia, aunque recuerdo muy bien, que antes de partir de este mundo, me dijo en plan de amigo y obviamente de consejero a uno de sus alumnos.
"Mire Alfredo, siga trabajando y haciendo su labor dentro de la fiesta brava con entrega y pasión, pero no deje de lado a lo más valioso que Dios le ha dado y que a mí, me hiso falta más tiempo por entregarme de más a mi trabajo. Cuide a su familia, dedíquele más tiempo, pues eso vale más que cualquier dinero o trabajo que luego se pueda arrepentir; cuando pasando el tiempo, se dará cuenta que lo más valioso que le da la vida, es disfrutar de sus hijos, su esposa y descendencia compuesta por su familia más cercana".
Un gran consejo que me dio el maestro don Carlos González, además de los consejos de cómo sacar buenas fotografías, ese último consejo desde que me lo dijo, he seguido y ahora disfruto más a mi familia, sin dejar de lado mi profesión y mis gustos por el arte, la fotografía y la fiesta brava. Gracias por siempre Maestro Carlos González Frey.
Con admiración de su alumno Alfredo Flórez.

 

Don Carlos González Frey

Izka González nieta de don Carlos González Frey

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